Si hacemos de nuestros gestos diarios, rituales armoniosos y conectados con nuestra realidad más profunda, la vida será plena y nuestra existencia serena.
Comemos demasiado o no lo suficiente, frente a las pantallas o mientras trabajamos. Sin conciencia y sin ética, la comida nos llena y de alguna manera sirve como combustible, pero no nutre.
En el Zen, la comida es tan esencial como la meditación. Volver a la comida, a la tierra, a los elementos, nos permite encontrar nuestro lugar en el universo, anclar nuestro equilibrio orgánico y «levantar un espíritu armonioso en un cuerpo sano».
A continuación, un sencillo ritual de las Cinco Contemplaciones *, inspirado de los templos zen, para aprender a comer.
Siéntate y contempla los alimentos que tienes frente a ti en tu plato o bol:
1. ¿Cómo me llegó esta comida? mi gratitud solo puede ser ilimitada por los elementos, por los hombres y por la tierra milenaria. Mi gratitud es inmensa.
2. Este regalo se me ofrece más allá de mi generosidad, más allá de mis pensamientos, palabras y acciones.
3. La tierra, muy a menudo abusada o ignorada, nunca deja de ofrecer nuevos frutos para que yo viva.
4. Mi agradecimiento es inmenso para todos aquellos que desde mi niñez me prepararon para comer, me cuidaron y alimentaron. Que este alimento respetuoso y benévolo los alimente con mi gratitud, y que mi cuerpo y mi mente estén sanos y en armonía.
5. Finalmente, levantándome de este lugar, ¿puedo dejar de mí solo rastros de bondad y belleza, y que la fuerza y la energía que recibo del universo me ayuden cada día a ser una persona enfocada, paciente, feliz, realizada, compasivo y cariñoso.
Luego, en el silencio más profundo, deja que el universo te nutra con cada bocado.
Si te entregas a esta meditación con confianza y perseverancia, nutriendo tu cuerpo, nutrirás toda tu vida. Y el universo se nutrirá de tu serena presencia.
* Japanese Meal Sutra traducido y adaptado por Federico Dainin Joko Sensei